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Ayudar a otros a gestionar sus emociones

¿Por qué es importante ayudar a otros a gestionar sus emociones?


Analicemos desde dos puntos de vista. El primero, eres líder de una empresa o de un equipo de trabajo y es indispensable que logres resultados. Eres consciente de que las emociones impulsan la acción, por lo tanto si quieres lograr resultados debes lograr que tu equipo sienta las emociones adecuadas para lograrlo. Por eso debes no solo crear un ambiente de trabajo que las fomente sino también ayudarlos a gestionar sus emociones.

El segundo, cuando una persona tiene una reacción emocional, su emoción impacta en la otra persona, la cual reacciona volviéndole al otro, intensificando o apagando, la emoción de la primera persona. Posiblemente hayas observado esta situación en dos personas reactivas donde el impacto de emociones hace de esa interrelación un momento desagradable. Sin embrago, si una de las dos personas gestiona sus emociones puede apaciguar a la otra haciendo que ese momento pueda llegar a ser agradable. Es decir, si gestionas tus emociones puedes ayudar a otros a gestionar las suyas.


¿Cómo hacer para ayudar a otros a gestionar sus emociones?


La herramienta que te permitirá ayudarlos es la escucha. Por eso, la escucha es la primera habilidad, sin ella es muy difícil que puedas lograrlo.

Con esa herramienta a mano la primera competencia es reconocer la emoción del otro. Las personas muestran sus emociones a través de indicadores corporales, cara sonrojada, puños apretados, etc. que nos permiten inferir que emoción pueden estar sintiendo. Es muy importante tener presente que inferir una emoción del otro no implica que esa sea la emoción que la persona siente. Es un error gravísimo tomar la inferencia como una verdad absoluta. Por lo tanto, se debe chequear con el otro si que se infiere es real.

La segunda es aceptar la emoción del otro, sin juzgarla. Aceptarla es tomarla tal como es, como siente y no hacer algún tipo de comentario que juzgue o apague la emoción. Si por ejemplo, tus liderados sienten miedo por alguna situación en particular decirles “ no se preocupen, no pasa nada” es lo peor que se puede hacer.

La tercera competencia es consecuencia de la segunda. Si entiendes la emoción del otro, si no la juzgas ni reaccionas ante ella, podrás influenciar para que pueda gestionarla. Si alguien te ataca y te mantienes tranquilo y relajado estarás ayudando al otro a salir de esa emoción.

La cuarta competencia es la indagación. Indagar para entender el significado detrás de la emoción, cual es la historia que el otro se cuenta para sentir lo que siente. Tu objetivo es ayudar a que entienda la emoción para que actúe hábilmente.

SI te detienes a analizar cada una de las competencias citadas podrás ver que la aliada a cada una de ellas es la escucha empática.

¿Puedes apreciar ahora la importancia que tiene el saber escuchar?


Somos seres emocionales que pensamos y para ser efectivos necesitamos tener las emociones correctas para accionar efectivamente. En esto radica la importancia de gestionar nuestras emociones.

Cuando somos líderes debemos procurar que nuestro equipo tenga las emociones indispensables para lograr los resultados. En esto radica la importancia de ayudar a otros a gestionar sus emociones. Eso sí, solo lo lograremos si primero somos capaces en gestionar nuestras emociones.


“La inteligencia interpersonal consiste en la capacidad de comprender a los demás: cuáles son las cosas que más les motivan, cómo trabajan y la mejor forma de cooperar con ellos.” Daniel Goleman

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