top of page

¿Para qué habré hecho todo esto?



Quiero compartirte algo que me sucedió la semana pasada.

Hace unos días recibí un video de Bilardo, DT de la selección argentina que ganó el campeonato del mundo en 1986, enviado por un asistente a uno de mis cursos.

En ese video Bilardo se hace la siguiente pregunta: “¿Para qué habré hecho todo esto?”

Cuenta la historia de un profesor que tuvo, el doctor Leal, uno de los dueños de una empresa de servicios médicos, un estudioso que empezando de la nada y con mucha lucha llegó a tener siete sanatorios. Al llegar el momento de su muerte el doctor se preguntó, ¿para qué habré hecho todo esto?

Para Bilardo es un tema que siempre que lo toca, generalmente cuando escucha la canción de Julio Iglesias “Me olvidé de vivir”, le duele porque vio pasar su vida dedicada casi todo su tiempo al fútbol y a la medicina para ser el mejor, porque así fue educado.

Entonces, comenta que uno se pasa de rosca y cuando llega el momento se pregunta, ¿qué hice?.

Seguidamente al video esta persona me escribe:

“Lo comparto para contarte que, antes de empezar a trabajar con vos Gustavo, mi visión profesional era que cuando se nombrará mi profesión inmediatamente saliera mi nombre. Quería ser un profesional dedicado 100%, y después de haber hecho el trabajo de visualización que hicimos en aquel momento, entendí que algo dentro de mí estaba mal.  Fue el momento que entendí que habían pasado 10 años de mi vida sin darme cuenta lo que pasaba y lo que había a mi alrededor y entendí que hay detalles de la vida que hay que prestar atención y vivirlos porque una vez que pasan, ya no vuelven, y quizás al final del camino te das cuenta que estuviste siempre en la cima, pero vacío, sin nada. Eso no significa que renuncié a mi objetivo profesional, sino que puse en medio un objetivo personal, y ese objetivo es ser feliz.

En algún momento me costó mucho responder a la pregunta de que me gusta, u otra, que es el éxito para mí? Y solamente tenía respuestas fundadas en argumentos de terceros y no en argumentos propios.

Todo este camino que recorrimos juntos me cambió la vida y no tengo dudas que todavía faltan muchas cosas más. ¿Por qué? Porque tenemos la posibilidad de elegir qué hacer con cada cosa que nos pasa.”

 

¿Qué historia verdad?

Me trajo a la memoria que entre las cinco mayores cosas por las que se arrepienten las personas que están al borde de la muerte encontramos: "Desearía haber tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí" y "Desearía no haber trabajado tanto"

¿Para qué hacemos lo qué hacemos? Algunos como los de la historia para ser los mejores en lo que hacen, otros porque necesitan sobrevivir, otros porque es lo que tienen que hacer. Hay muchas causas más. Sin embargo, ¿es eso lo que realmente queremos para nosotros? O lo hacemos para cumplir con las expectativas de otros.

Sócrates tenía una frase que decía: ““La vida examinada es la única que merece ser vivida”.

Me pregunto, cuántas veces nos detenemos a reflexionar sobre nuestra vida, sobre nuestro propósito, nuestras metas. En mi opinión pocas veces, y vamos por la vida como la vida se nos presenta, muchas veces haciendo cosas que no nos gusta hacer. Tal vez, ni se nos ocurre pensar en estos temas o tal vez, no estemos dispuestos a cambiar lo que hacemos por diferentes causas.

 

Y vos, ¿para qué haces lo que estás haciendo?

Si te animas a pensarlo, te ayudo. Hay dos términos japoneses que me ayudaron mucho a tener más claridad sobre esta pregunta, Ikigai y Shimei. La diferencia entre ambos está en su enfoque.

Ikigai se relaciona con el autoconocimiento con el fin de descubrir tus pasiones, habilidades, motivaciones y ponerlas al servicio de los demás. Pregúntate: ¿qué te motiva? ¿Qué te apasiona hacer? ¿qué talentos te reconocen? ¿qué disfrutas hacer? ¿te pagarían por hacer eso? Las respuestas a estas preguntas te permitirán tener certeza de lo que realmente disfrutas hacer. Tal vez lo que está haciendo es lo que te apasiona, como lo era para Bilardo, el doctor Leal y la persona que me envió la historia. Lo que complementa tu acción es el shimei

Shimei implica servir a una causa mayor dejando de lado tus intereses personales. Pregúntate: ¿para qué haces lo que estás haciendo? Si hoy fuese el último día de tú vida, ¿de que te arrepientes?, ¿cómo te gustaría que te recuerden?

Eso sí, siempre ten en cuenta que No encontrarás tu Shimei sin haber descubierto tú Ikigai.

 

Espero que estos comentarios te ayuden, sino ya sabes que hacer. Llámame.

60 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page